miércoles, 9 de febrero de 2011

pasamento

Ayer, en pleno ajetreo en obra, me llamó M para decirme que Dalda había muerto.
Me gustaría escribir algo más extenso, pero el día a día manda demasiado, a nuestro pesar. Así que sólo diré dos cosas: posiblemente el mejor profesor que tenía la escuela; de todos mis apuntes de carrera sólo conservo las primeras clases que nos dió Manolo Gallego (escasos) y toda la bibliografía de la clases de Juan Luís (extensa y documentada, perfectamente maquetada en futura); para recordar la clase megistral sobre norte vs sur, naturaleza vs razón. Y en segundo lugar, en el corazón el varano que trabajé con el en Oficina de Planeamiento, en especial el mes de agosto en el que estuvimos los dos solo preparando los trabajos de un plan xeral.

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