domingo, 13 de febrero de 2005

anotaciones, construyendo la puerta de atrás

el martes entregué unos papeles que pueden ser parte de la respuesta a nuestras plegarias. Lo malo es que tengo la impresión que la otra parte no tiene ninguna prisa, y a mi me corre tanta. No hay que hacerse ilusiones. Al fin y al cabo depende de la voluntad de una persona. De todos modos la semilla está plantada. Esperemos que no se muera este invierno.

I comentó a media semana, durante un café, las alternativas que se plantean, la posibilidad de un trabajo rutinario. Por un momento me quedo en blanco, desde entonces le he estado dando vueltas. Está claro que laboralmente es un paso atrás. Pero, quiero seguir dando pasos a delante en este camino? No es el ideal de mi vida, pero tampoco lo es este. Puestos a convertirnos en francotiradores a sueldo, sería preferible en algo que de un mayor margen a la vida propia, porque este no lo deja en absoluto.

Por momentos lo veo claro. Pongo en la balanza los pros y los contras y parece que sí. Luego se abre el abismo. Porque no son sólo pros y contras, también están las incertidumbres. Odio las incertidumbres. Suelo leer el final de los libros para no agobiarme durante la lectura y poder hacerla con más tranquilidad. Qué fácil, avanzas unas páginas y disfrutas más del resto.

El lunes nuestro amadísimo gerente nos da el visto bueno para un supercurso. Que lo paga la empresa es una ironía, lo pagan nuestras nóminas, pero es un favor que nos hacen, y a medias, porque aunque me matriculo yo, lo hacemos entre dos. Curso muy apetecible y muy ladrillo por momentos, pero un buen punto en el currículo. Durante la primera ponencia, después de hora y media me evado pensando en que tengo que actualizar mi currículo, que debería llamar, hablar, quedar, hacerme un poquito de promoción. Pereza supina.

Muchas de estas cosas me están remitiendo al 92. Después de siete años. Ahora han pasado casi catorce desde entonces. Casi siete más siete. Casi. Habrá que pensar en cambiar? Que supondrían todos estos reajustes? De que debo fiarme? Recuerdo que entonces caturreaba leaving in silence. Asumir limitaciones? O pensar en que es desperdiciar el trabajo realizado hasta ahora? Habrá la posibilidad de ser un artesano? O habrá pasado ya el momento? El no tener demasiadas responsabilidades es en cierta manera un alivio, pero no puedo evitar pensar si no es también un fracaso vital. O una cierta incapacidad. Incapacidad.

El punteo de in a funny way del secret migration es terriblemente echo and the bunnymen. Hoy he leído en el periódico que vuelven tears for fears. Nashville de josh rouse es precioso. Y la casa de las dagas voladoras es una decepción.

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