viernes, 2 de abril de 2004

cosas bonitas

antes de que me pille el tren del fin de semana tengo que escribir algo.

El fin de semana pasado fue raro. Anímicamente, emocionalmente. El sábado por la tarde me llamó mi hermano mayor porque están haciendo limpieza en casapaterna para habilitar mi antigua habitación en un estudiete, por un trabajo que le ha salido. Ahí están mis apuntes de la carrera, mis cuadernos de proyectos-prácticas de estructuras y dibujo, los rollos de planos de cuando aún se delineaba todo a mano, el cartel de sanfermín que hice con J, mis cintas, mis libros y revistas de arquitectura (compradas y robadas) Y miles de cosas que han ido dejando el resto de la familia. Tiré un montón de cosas (a quien le importa las instalaciones, la legislación o las practicas del método de cross) He guardado mis cuadernos con miles de dibujos, que el otro día me enteré que son dibujos automáticos. Mis obsesiones. Recuerdo que cuando publiqué unas ilustraciones en una revista de estudiantes mi padre me preguntó si me pasaba algo, si tenía algún problema.

Hacía mucho tiempo que no veía lo que pinté al final de la carrera. Muchos son sonrojantes. Tan ingenuos. Pero hay un par de ellos de los que estoy especialmente contento.

Estos días he hecho muchas fotos por la carretera, aprovechando una cuantas visitas de obra. Supongo que ahora que estoy un poco más tranquilo, aunque no menos agobiado de trabajo, intento escaparme buscando ideas para dibujar. Llevo unos cuantos años dándole vueltas a retomar el tema. Almacenando en el archivo información, por si algún día tengo un pequeño espacio para ponerme a ello. Mi secreta aspiración. Intentar no rendirle cuentas a nadie.

Vimos La mala educación. Opiniones encontradas. Creo que los personajes están tan el límite que o la actuación está clavada o pierde mucha credibilidad. El cura y del ex-cura geniales. Pero Gael... no. Y Fele tampoco. De todos modos es un poco farragosa. Da la impresión de necesitar hacerlo complicado para hacerlo interesante. La comparación con la Ley no la resiste. La Ley sigue siendo la Ley. Pero seguramente en un segundo visionado gane puntos. Es lo que me ha pasado con casi todas desde Átame, salvo Kika, que esa no hay por donde cogerla. Ahora quiero ver KillBill.

Buen fin de semana, se desea.

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