lunes, 28 de febrero de 2005

hay que

Están poniendo High Fidelity, pero no la puedo ver. Mejor, no puedo seguir viéndola. He estado fregando intentando retrasar el momento. Incluso he estado apunto de sentarme a fumar el último pitillo. Pero no. Hay que joderse, que tengo un informe que terminar. Y eso que no la he vuelto a ver desde que leí el libro. Tenía unas cuantas notas para escribir sobre la semana pasada y mi tema favorito, pero no.

No puedo ver High Fidelity. Hay que joderse.

domingo, 27 de febrero de 2005

semanas

La semana pasada me hice un poco más viejo. Que estas cosas te pasen currando hace que le de menos valor (aún) En este tipo de circunstancias siempre me viene a la memoria esa frase: piensa, todos los días así. A la que, de manera automática, he añadido siempre: voy a poder? no se si voy a poder.

Con diferencia, lo más gratificante fue bajar a casa de mis padres y recibir regalos de todos. No me lo esperaba. Aunque el resto del fin de semana fue de curro estuvo bien. Gracias a un cambio en el corteinglés me hago con el Smile de Brian Wilson (el disco que tenía que haber comprado el año pasado) el Nashville de Josh Rouse (bueno, muy bueno) gost in the shell, tokio godfathers, lost in translation y el piano. Hacía mucho tiempo que no hacía semejante compra. Sólo lamento que no tengan nada de Miyazaki.

El sábado me voy a la última sesión, aun que con cierto cansancio, a ver Constantine. Y la verdad es que vale la pena el esfuerzo. Es una buena película. El guión es sólido y muy contenido, dentro de este tipo de cosas, claro. Los efectos especiales también, aunque estoy con Willy en que mostrar tan pronto a los demonios no es un acierto, y creo que su formalización tampoco. Pero tiene otras muchas cosas que lo compensan: ese lucifer de traje blanco, descalzo y con los pies embarrados, esa inmensa Tylda haciendo del Gabriel más andrógino del mundo, la manera de entrar en ese especie de infierno y, evidentemente, que no se enrollen los protagonistas. Seguramente en los comics habrá mucha más información, detalles y matices que enriquecen el personaje, pero es la suerte de no haber leído mucho, a mi ni me sobra ni echo nada en falta. Se disfruta sin sonrojos. Eso sí, a Keanu no se le va a quitar el estigma de Neo.

La semana pasada empieza retomando un merroncete que nos cayó la anterior. Así, lo que parecía que iba a ser la típica semana de transición se convierte en una semana bastante completa. Las clases del curso por las tardes contribuyen a romper un poco el ritmo, cosa que se agradece, porque así tengo la sensación que todo pasa más deprisa. Los cambios de opinión del jefe son cada vez más insufribles, el tener que hacer de secretario se hace cada vez insufrible, su falta de conocimiento de la materia, su falta de organización y su presión se hace cada vez más insufrible. I, la mujer de I, sugiere la posibilidad de que no folle. Más que posiblemente.

Para enriquecer la semana recibo una carta de nuestra amada hacienda reclamándome dinero. Porque en pleno siglo XXI, aunque tu facilites todos los datos de tu cuenta y rellenes todas las casillas, aún tienes que ir a pagar al banco. Siendo la primera vez que sale negativo, desconocía estas menudencias. Porque cubriendo todo lo que debe ser cubierto y llevando los papeles a donde se supone que deben ser llevados (a hacienda no al banco) pues hay que joderse...

Y finalizando la semana, la aventura de la nieve. El viernes mientras oía que solo había problemas en la red secundaria de Lugo, y que ese día la cota de nieve iba a estar en los 400 metros, veía como poco a poco la autopista se hacía impracticable por la nevada que nos estaba cayendo. Así que en segunda y a 30. Y no podía dejar de pensar que el seguro aún cuelga del de mi padre. Y menos mal que la cámara estaba sin pilas y solo puede tirar de la del móvil, porque seguro que me la hubiese dado.

He vuelto a ver Hellboy, y debo coincidir una vez más con mi hermano, no es tan buena. Esta vez sí que es malo el haber leído. He acabado del monstruito de marras hasta las cejas. DelToro es un buen director de acción, pero la ironía es un poco bastorra, aunque la historia entre HB y Liz está bien. La que sí, que sí, es GITS. Grande. Y que mal los guachoski esos.

Después de unos días de infructuosa búsqueda por fin he conseguido bajarme the heavy blinkers, si tuviesen un buen productor que les quitase un poco la tontería (Dave Fridmann p.ej.) serían geniales, porque lo tienen todo Bacharach, Beach Boys, Carpenters, pero? de todos modos the night & i still so young es una gran canción. El nuevo de NO no me acaba de gustar, me parece flojito, pero el anterior me parece muy bueno, eso me pasa por no (volver a) hacerle caso a mi hermano.

domingo, 13 de febrero de 2005

anotaciones, construyendo la puerta de atrás

el martes entregué unos papeles que pueden ser parte de la respuesta a nuestras plegarias. Lo malo es que tengo la impresión que la otra parte no tiene ninguna prisa, y a mi me corre tanta. No hay que hacerse ilusiones. Al fin y al cabo depende de la voluntad de una persona. De todos modos la semilla está plantada. Esperemos que no se muera este invierno.

I comentó a media semana, durante un café, las alternativas que se plantean, la posibilidad de un trabajo rutinario. Por un momento me quedo en blanco, desde entonces le he estado dando vueltas. Está claro que laboralmente es un paso atrás. Pero, quiero seguir dando pasos a delante en este camino? No es el ideal de mi vida, pero tampoco lo es este. Puestos a convertirnos en francotiradores a sueldo, sería preferible en algo que de un mayor margen a la vida propia, porque este no lo deja en absoluto.

Por momentos lo veo claro. Pongo en la balanza los pros y los contras y parece que sí. Luego se abre el abismo. Porque no son sólo pros y contras, también están las incertidumbres. Odio las incertidumbres. Suelo leer el final de los libros para no agobiarme durante la lectura y poder hacerla con más tranquilidad. Qué fácil, avanzas unas páginas y disfrutas más del resto.

El lunes nuestro amadísimo gerente nos da el visto bueno para un supercurso. Que lo paga la empresa es una ironía, lo pagan nuestras nóminas, pero es un favor que nos hacen, y a medias, porque aunque me matriculo yo, lo hacemos entre dos. Curso muy apetecible y muy ladrillo por momentos, pero un buen punto en el currículo. Durante la primera ponencia, después de hora y media me evado pensando en que tengo que actualizar mi currículo, que debería llamar, hablar, quedar, hacerme un poquito de promoción. Pereza supina.

Muchas de estas cosas me están remitiendo al 92. Después de siete años. Ahora han pasado casi catorce desde entonces. Casi siete más siete. Casi. Habrá que pensar en cambiar? Que supondrían todos estos reajustes? De que debo fiarme? Recuerdo que entonces caturreaba leaving in silence. Asumir limitaciones? O pensar en que es desperdiciar el trabajo realizado hasta ahora? Habrá la posibilidad de ser un artesano? O habrá pasado ya el momento? El no tener demasiadas responsabilidades es en cierta manera un alivio, pero no puedo evitar pensar si no es también un fracaso vital. O una cierta incapacidad. Incapacidad.

El punteo de in a funny way del secret migration es terriblemente echo and the bunnymen. Hoy he leído en el periódico que vuelven tears for fears. Nashville de josh rouse es precioso. Y la casa de las dagas voladoras es una decepción.

viernes, 4 de febrero de 2005

confesionario

me da una pereza ponerme a escribir, pero esta semana tiene momentos para recordar dentro de un tiempo.

Tema favorito: curro. Esta semana tocó evaluación por parte del jefe. El mes pasado cubrimos nuestra hojita de autoevaluación, y esta semana hemos ido pasando por el confesionario. En esta empresa se te pide que gestiones, no se te pide que te formes. Vaya que te formes en temas generales, pero no en aplicaciones de trabajo, por ejemplo. Eso significa ir dejando de tener contacto con la parte que me puede resultar más interesante. Porque formarse para ser un gestor no me interesa. Y no creo que sea beneficioso. Deforma. Lo estamos comprobando con el jefe.

No hay posibilidad de discusión, toda queja o matiz tiene su correspondiente respuesta demoledora, rodeada de un lenguaje que te envuelve e impide que pienses con claridad, incluso puedes manifestar síntomas del síndrome de stocolmo.

Ante peticiones que nos resuelvan el día a día, sobretodo en el tema equipos informáticos, detecto un ligero tono de cachondeo, que me enerva. Y me pone de los nervios que se ponga de ejemplo.

Un día después recibo un correo del jefe, donde me comenta un curso público que me puede resultar interesante. Sí es el mismo que pedí hacer el año pasado pero que me dijeron que este tipo de cosas no las paga la empresa, en todo caso podrían ayudarme. Y esto te lo dice el tipo que se ha hecho su tesis doctoral a costa de la empresa? en fin, un asco.

El martes volví a ver un muerto que pensábamos que podía dormir el sueño de los justos. Pero estos muertos tienen la mal costumbre de volver para dar el coñazo cuando menos te lo esperas. De camino a la cita atravieso algo así como un decorado para Nausicaä, cada vez hay más molinos de viento en la costa, y pasar justo por debajo de uno es impresionante. Tienen una cierta belleza, sin duda.

El problema al final no es tanto, y las circunstancias parece que pueden favorecernos. De todos modos, aún teniendo un cierto nudo en el estómago, yo me callo y dejo hacer. En la cubierta del edificio pienso, me doblaré como un junco al viento? en fin, mecánicas de resistencia y supervivencia. A la vuelta, de camino a la oficina, me doy el gustazo de un paseo en coche por la costa, en una mañana soleada y espléndida de invierno.

El jueves tuvimos reunión en Vigo, y por suerte tuve tiempo de poder hacer una visita de cortesía, de esas que te alegran el día y gran parte de la semana. Por supuesto hablamos de: curro. Bueno, prometo no volver a hacerlo.

Este viernes, como he hecho horas extra en cantidad suficiente, que no me serán remuneradas, cerré el chiringuito a medio día y me volví a casa, con ganas de hacer muy poco de nada. Me he echado una siesta con intenciones reparadoras pero que me ha dejado el cerebro espongiforme.

Esta semana he escuchado mucho el secret migration de mercury rev, no es deserts songs pero me gusta mucho, y por supuesto sigo con Antony.