actualización

Hoy me han hecho una endodoncia y la semana que viene, dolores mediante, me colocarán el empaste de composites (supongo, en ningún caso será amalgama) y tornillo de algún metal exótico. Estoy en mi nuevo puesto de trabajo, dopado de ibuprofeno y restos de anestesia local, contento porque apenas me molesta y tengo una cierta modorra achacable a las horas vespertinas, la química antes mencionada y al fin de semana en Vigo (falta de sueño)

El nuevo trabajo no está mal. Aunque ahora mismo estamos haciendo un trabajo supuestamente de menor nivel, nos permite hacer un trabajo de campo con muchas cosas interesantes. Como soy el último en entrar en la oficina tengo que aguantar con cierta paciencia que me expliquen cosas que vaya, a mi edad... En fin un poco de paciencia y nada más. No tengo internet, pero eso ya lo solucionaré en breve. Las impresoras no son para tirar cohetes, y hay cosas que no están bien organizadas, pero poco a poco.

Los dos grandes cambios han sido: él ya no está. Esto ya es un punto. Pero lo mejor es que ahora estoy a 15 min de mi casa, salgo a las 2:30, me acerco a casa paterna a comer, a 1 min del estudio, puedo echar una cabezadita, porque no hay que preocuparse de cocinar, ni recoger, ni ná. Llego al curro hacia las 4:00 y a las 7 podría irme, pero como la gente hace un horario tremendamente coruñento, me quedo media horita más.

Estas últimas semanas hemos tenido tercera jornada laboral. Pero un pequeño parón por coyunturas políticas variadas ha hecho que vayamos un poco más relajados.

Por eso, y por que nos lo merecemos, este finde me bajé a Vigo con la srta. Asca a ver al srto. Contra y pernoctar en can?contra, se suponía que para ir al cine y recoger un ordenador (o algo así). Pequeños placeres mundanos: que te abran una tienda de discos un sábado tarde y se llene de gente, y gente que compra; conocer a un bloger-fotobloger de pro, antes master de un canal del irc, que hace una ensalada de pollo terillaky que está qtkgas; ir al cine a ver un nefasta peli (again) que da mucho de sí; salir a sitios donde no tienes que cagarte en la música o en el dj (bueno, casi-casi); conocer a gente estupenda que tiene un grupo estupendo (con ilustrador estupendo) y con los que puedes hablar una buena parte de la noche; que te pinchen Talking Heads a las 6 de la mañana; que tengan la comida preparada, y riquísima, el domingo al medio día; que la sobremesa se haga placidísima; que no haya prisa para la vuelta; hablar y escuchar. Un placer.