como no hay manera creo que voy a continuar este diario con esas pequeñas intrascendencias que, por lo menos a mí, hacen que la vida sea un poco menos gris, aunque siempre quedará flotando la consideración que si estas son mis pequeñas alegrías debe ser que no he madurado, o que ya no voy tenendo edad, o que en el fondo es una manifestación más de no se sabe bien qué problema que hay de fondo… la verdad que no lo sé, o no lo quiero saber, o es que esta tarde el ibuprofeno no está haciendo efecto o simplemente estoy hasta las cejas de agobios.
No sé quién se puso antes la armadura, porque no tengo muy controladas las fechas de publicación de estos discos. Sobre todo el de Jens, que no publica discos tal y como se viene entendiendo desde los que los Beatles, creo, empezaron a hacer discos como concepto (o conceptuales, pero a mí siempre me ha sonado muy mal) Jens publica colecciones de canciones. No sé si al producto final le pesa el hecho de no haber cierta unidad o es simplemente un prejuicio mío, el caso es que este tipo de discos me descoloca. El saber que entre canciones pude haber una distancia temporal de hasta 4 años a mi me descentra mucho, y es un hándicap, pierdo interés con facilidad. Me pasaba lo mismo con los Pizzicato Five, no era capaz de seguirlos. En el fondo me fastidia porque me da a entender que soy más rígido de lo que me gusta admitir, especialemente en algunas cosas donde se supone que debería tener más cintura.
De Jens solo puedo decir que es una ab_soluta maravilla pop, una perfecta pieza pop, si es que en el pop es posible alcanzar la perfección, que va a sacar una nueva recopilación (en septiembre, yo ya la tengo, diosbendigarapidshare) que promete, de la cual la primera canción es una (otra) maravilla. De Rufus que aún sin ser lo mejor que ha hecho es una de las sobresalientes de un disco que prometía un poco más de lo que da, aunque a esto ya nos tiene acostumbrados, va demasiado sobrado, alguien le debería dar un par de collejas en lugar de alabarle todo lo que hace. Y, pordios, que alguien le enseñe a controlar la respiración, por lo menos en los conciertos.
En fin, pelillos a la mar. Yo disfruto como un niño y en algún momento (o dos) se me pone la carnedegallina.
Jens Lekman - you are the light
Rufus Wainwright - rules & regulations
3 comentarios:
Feliz Regreso. Ya echaba de menos tus siempre acertados consejos musicales.
:D
bien dicho!
siempre reconforta verte surfear por las intrascendencias, con ese tono lánguido y homogeneo que nadie se atrevería a imitar
saludos, espero que sigas
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