lunes, 21 de febrero de 2011

laetitia sadier

A pesar que las agencias meteorológicas anunciaban día de lluvias, el día transcurrió sin grandes sobresaltos. Así que por la tarde y con ciertas prisas nos encaminamos hacia Santiago, para escuchar a Laetitia Sadier, voz inconfundible de Stereolab. Pequeña parada previa para coincidir con otros dos infatigables degustadores de música.
A día de hoy tener una voz reconocible sin duda dentro de las cientos de voces femeninas con encanto, es un éxito. Y es que esta chica camino de una madurez espléndida, es capaz de llenar con su voz todo un escenario. Con un perfecto control de voz, con ese estilo carácteristico que ha ido desarrollando con los años, pero desnudo de todo la envolvente de arreglos, ya minimizados en el disco que presentaba, las canciones sonaron con magia. Y eso, a día de hoy, es otro éxito. Los ecos de la mejor bossa, de los estándares populares de los 60, sonaron más claros que nunca despojados de esa cálida colcha de electrónica que con la que suele arroparse.
Cierta homogenidad en el tono general? Puede ser. Es el problema de tener un estilo propio. A mi me gusta.
Otro punto para los sinsal.

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