hace una semana que he ganado mi primer y (más que probable) último concurso-oposición. El título es super rimbombante, pero desdramaticemos: es un contrato laboral temporal. No estudié nada, tan sólo compré unos post-its de colores para marcar las ordenanzas y algún capítulo clave de la ley del suelo, y ala, a correr... La prueba escrita bien, la ?entrevista? o prueba oral también, aunque aquí me salvo la suerte, hay que reconocerlo: saberse de memoria la distancia máxima de evacuación de un garaje sin salida de emergencia no es algo que tenga dentro de mis prioridades... pero 35 metros es una cifra tan redonda...
Así que aquí andamos, de post vacaciones, con los papeles de de baja voluntaria preparados, historia de vida laboral, finiquito y demás para que pueda tomar posesión (jarl) el primero del mes que ya está aquí. Sentado en la mesa de mi ya casi ex-oficina, preparando el fin de las cosas que llevaba, y lamentando el no poder disfrutar los últimos días del mes de vacaciones, como el resto del segundo turno.
Esta oficina ha sido el negativo de la anterior. Si en Stgo el jefe era lo put_opeor y los compañeros lo put_omejor, aquí ha sido un pelín al revés. Mi próximo ex-jefe es de lo mejor que me he cruzado en el panorama laboral. Pero el personal, ay, el personal... salvo dos o tres excepciones... y es que el refranero popular es explícito en estos casos: quien con niños se acuesta, meado se levanta. Queda pendiente un pequeño ajuste de cuentas. Sí.
Ayer lloviznó y empieza a hacer frío, por la tarde me puse calcetines después de mucho tiempo. Hoy por la mañana, muy de mañana, ya no vi ni las luces del amanecer, como hace un mes. Ya me vuelvo a levantar con noche cerrada.
3 comentarios:
enhorabuena, sr. opositor.
el opositor accidental
gracias, rey
enhorabuena chatín :-D.
Y gracias por lo que me ha tocado... ainss! estoy sensiblero últimamente.
un abrazote!!
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