lunes, 19 de julio de 2004

ahora, que aún no han empezado...

a sonar el teléfono, a reclamarme cosas pendientes, a hacer papeles, a cumplir con la calidad y con el papeleo... quería no haber empezado con cosas de trabajo después de tanto tiempo sin escribir, pero no hay manera. Ayer me di cuenta que sólo me quedan dos semanas y cojo vacaciones. Empieza la cuenta atrás. También percibí que este comienzo de verano se está haciendo eterno. Odio tener varios asuntos en la cabeza y estar pendiente de ellos. Todos muy urgentes y con pequeña gran cagada por mi parte. Esto me ha dejado un poco tocado el fin de semana.

Llevo diez días con la sensación de irme arrastrando por la vida. Con las fuerzas muy justitas. No sé si es el calor, mi signo del zodiaco, depresión estacional o que coño. Lo que si está claro es que necesito parar. Necesito vacaciones. Y ya.

Durante la semana me llamó MdS para comentarme que había salido plazas de arquitectos interinos en el ayuntamiento. Por un momento me lo planteo en serio, aún sabiendo que la posibilidades son mínimas, pero estoy harto de la empresa privada. Creo que me gustaría probar la pública. Mi vida sería otra cosa con las tardes libres. Seguro.

El jefe vino a finales de semana y temblamos al pensar en lo que será de nosotros cuando se reincorpore.

Ando un poco saturado con la música. Casi no he bajado nada estos días, y lo poco que he conseguido bajar tampoco me engancha. Me ha gustado mucho lo nuevo de The Cure, y el comienzo de los Cowboys Junkies pero luego como que es muy lánguido para ser verano. He reenganchado Cocteau Twins para certificar que a pesar del calor (o por culpa del) calor ando un poco bajo.

El pasado fin de semana fuimos a ver Shreck 2. Aunque se pierda el factor sorpresa de la primera, es muy buena. Tiene golpes geniales. Un disfrute de película. Y este tocó Spiderman. Llevaban toda la semana inundando con anuncios y la pinta no era mala. Daba la impresión de querer ser más épico, como si estuviese influyendo el éxito de ESDLA. Que me perdonen pero, Sam Raimi no es un buen director, ni guionista. Aún con momentos muy buenos, con grandes homenajes a la serie B, el ser menos hiperviolenta que la primera, con un genial Doctor Octopus, se olvida que comic y capacidad de síntesis van de la mano. No puedes estar 15 minutos con unos diálogos que te cuentan lo mismo una y otra vez. Y esa imagen spidy-cristo pelín patética... y con un final eterno de 20 minutos. Un poco fracaso. De todos modos lo peor-peor es ver los trailers de Hellboy y tener la sensación de que Del Toro se la ha podido cargar.

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