martes, 17 de agosto de 2004

back on the chain gang

Se acabó. Escasas como siempre. Después de unos días de exilio y vida familiar en semipensión he terminado las vacaciones de manera más o menos satisfactoria: 2 capítulos de expediente X y un concierto de scissor sisters. En Benicassim. Me acuerdo de los blogeros (V, supervago...) que han ido, un saludo en el recuerdo. Mientras me lavaba los dientes antes de irme a la cama hice un repaso mental de todo lo que tenía pendiente para el día de hoy. Sin angustias. Sin malos rollos.

Hoy lo peor ha sido el tráfico. Porque al volver a entrar por la puerta de la oficina, me he dado cuenta que había borrado la imagen que tenía, casi como entrar por primera vez. Un delete total. Ha sido extraño. El aterrizaje en el puesto de trabajo está siendo suave.

Ayer me acerqué a ese sala de exposiciones absurda que es MACUF. A ver la octava bienal. Hay una obra seleccionada de un antiguo conocido. Ya no puedo saludarlo por la calle porque se ha dejado barba de profeta y no lo reconocería. Algunas de la obras adquiridas son un pelín estúpidas y hay algunas seleccionadas un poco rancias. En general en un collage agradable de ver. Pero no puedo percibir un criterio para la selección de obras adquiridas. Independientemente de que gusten más o menos. Hay un arbitrariedad sospechosa. En un artículo sobre los concursos de arquitectura se comentaba que debería ser obligatorio la publicación de las actas de deliberación del jurado. Y que deberían estar justificadas y argumentadas la selección de las obras. Esto es un peligro, porque daría la medida del nivel del jurado. Creo que para este tipo de cosas sería muy útil también, una fundamentación de esas maravillosas selecciones.

Es curioso. Para la gente que escribe, se descalifica fácilmente con un no sabe escribir, escribe fatal. Sin embargo pocas veces he oído un no sabe dibujar, no sabe pintar.

De todos modos yo quiero ser artista consagrado.

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