Una detrás de otra. Y más si es domingo. Y más si se trata de ordenar el armario para hacer limpieza. No me gusta tirar las cosas. No me gusta decidir que sí y que no. Ahora bien, una vez metidos en harina, hasta el final.
Tampoco me gusta que me deje tirado la tecnología. En la misma semana ha sido el móvil (difunto total, ya sustituido por una flamante nokia 6300, nokia mola) y el ordenador (que parece que resucita por sus propios medios)
El cambio de horario tampoco me acaba de hacer gracia.
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