el coche y las migrañas
La semana pasada anduve de culo con el coche. Hay una serie de chistes de Mafalda. La compra de un 2caballos por parte del padre genera toda una secuencia de avatares, con repercusiones familiares incluidas. Debí leerlos hace muchos muchos años. Uno se me quedó grabado. El coche hace un ruidito, y el padre se desquicia. Es así como un triquitriqui. Supersolidarizado con el padre este. Al mío le han hecho la magna revisión de los 60mil km y ya no ha vuelto a ser el mismo. Que si una pieza de plástico, que si una grapa que no ajusta, que si hace un triquitriqui... Conclusión, peregrinación al taller tres veces. La última de traca. Se me funden las dos bombillas de cortas. Recojo el coche el viernes a primera hora, y vuelvo a casa a media tarde. En el garaje me doy cuenta que algo le pasa a las luces. Vuelvo al taller corriendo (porque a las 6:20 cierran el chiringuito, que fichan a y media ?si señor, cumpliendo el horario, mis héroes-) que si os habéis dejado algo suelto, que que va que se han fundido, que que no pasa nada que se cambian, que vale. El problema es que hay que hacer un master para sustituir las bombillas. Y el jefe de mecánicos jura en arameo. Pues menos mal, porque a ver como le explico yo a la guardiacivil que no se como se cambian las putas bombillitas y que si me hacen el favor de cambiármelas. La reputadelamadre del diseño compacto.
Uno de los días que dejé el coche por la tarde, perdiendome una inaguración, volví andando a casa, bordeando la N VI. En medio de los concesionarios cayó un pequeño diluvio. Pero al llegar al paseo la ría tenía una luz especial. Un poco irreal, un poco monstruo, un poco dibujo de Miyazaki. En todo caso muy bonita. Saqué unas fotos. Las señoras que iban corriendo a resguardarse a una cafetería me miraron. Hay veces que es divertido dar la nota.
El sábado por la mañana, antes de adentrarme en el destierro y en un trabajo extra incompleto, me acerqué a la Escuela a devolver unos libros. Recuerdo que los sábados estaba abierta. Tampoco era muy tarde, pero no había nadie. Di una vuelta por los nuevos y no tan nuevos edificios. Que placer tener coche. Que deja-vu tan raro. Que gris sigue siendo todo.
Esta semana ha sido un poco floja. Sin mucho agobio. Aunque sí un poco el trabajo extra. Quizás sea la razón de andar migrañoso. Hacia mucho que no tenía varios días de dolores. Por ahora no es grave, pero sí molesto. Y más en la oficina, y aún más conduciendo. El paracetamol no está funcionando pero no quiero pasar a cosas mayores mientras pueda aguantar. Si este fin de semana consigo dormir 10/12 horas supongo que pasará. Y acabar lo pendiente también me ayudaría.
Buen fin de semana a todos.
burgo
deja-vu
-jesúmaríayjosé, entre las migrañas y mi dislexia (falta de concentración?) cada vez escribo peor-
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