lunes, 10 de mayo de 2004

bien está lo que bien acaba


o no? La semana pasada fue también de sprints finales todos los días. Y el jueves por la tarde estalló un tormenta, que al final, parece que fue una borrasca, pero en un principio (y para mí y mi resto de semana) fue un tifón tropical. Asumiendo mi parte de culpa, me agobió por lo que pudiese significar para otros de la oficina. Y no puedo dejar de preguntarme por qué la gente reacciona de forma desproporcionada; por qué se personalizan tanto las cosas; por qué no se asumen los comentarios de manera constructiva (todo son ataques personales) y por qué un funcionario de lo público no tiene obligación de revisarse la psique de cuando en cuando; por qué si todos tiene sus traumitas, los míos no cuentan...

Así que agobio, acidez de estómago y estas cosas. Menos mal que el viernes por la tarde se cerró el chiringuito, nosotros entregamos por la mañana y pude largarme a Pontevedra a ver a mis Lambchop.

Haciendo tiempo antes del concierto, di una vuelta por el edificio del Auditorio, donde iba a ser el concierto. Los edificios que se configuran como grandes gestos, tiene el problema que acaban haciendo crack por pequeñas cuestiones. Aún con sus aciertos, que los tiene, acaba siendo un edificio fallido. Y la ejecución... ay, la ejecución. Se nota que se ha hecho aprisa y corriendo y sin mucho cariño.

Llegaron contra y ra, y empezaron a tocar Niza. Cómo algo teníamos que comer algo, nos perdimos un poco del principio. Pero estuvo bien. Y genial la versión del Love bizarre triangle. (I feel fine and I feel good, I'm feeling like I never should...) Willy llegó en el intermedio (cuatro blogeros fueron a un concierto)

Lambchop: que me encantó el concierto es poco. Hubo momentos brutales, de creschendos sin fin, de cambios de ritmo absolutamente emocionantes, de belleza, de autentica belleza. El grupo sonó fenomenal, perfecta máquina de transmitir emociones. Esa mantilla electrónica, la guitarra distorsiona, el piano, ese saxo ocasional, y los coros (por qué Kurt no hace más cosas donde entre la voz de Deanna, es su complemento perfecto) Cayeron muchas del It´s a woman, del último a mi me sonaron más del No you cmon (que me ha cogido más que el otro) Soaky In The Pooper del primero y The man who loved the beer (que me he enterado que la toca David Byrne en su último disco) del How I quit... Nixon lo reservaron para los bises. Caballo ganador. Y finalizaron con It´s a woman. Iba a ser el broche final, inmejorable, lo estaba esperando, pero cambiaron ese ritmillo regge que tiene el final, por algo tipo estándar americano, que sonaba bien, pero a mi me encanta, y la prefiero, tal y como está en el disco.

No soy un asiduo de conciertos, pero ya podría haber más cosas como esta. El auditorio es un buen escenario. Es cómodo y suena bien. Sólo eché en falta: que tocasen Theöne, que es una de mis favoritas (take a walk / hold my hand /don't say a word / i'll understand... you are the one / but don't you know / this must be true / i can't do nothing / but think of you...) que hubiese alguna de las que hace en falsete (aunque contra me contó que ya ha dicho que su adicción al tabaco ha hecho que nos perdamos el precioso falsete de Kurt) y el ya comentado final original de It´s a woman. No se echa en falta toda la orquestación que tienen en sus discos, pero ahora me encantaría verlos en un formato más grande, a toda orquesta, con cuerdas, vientos y toda la parafernalia.

El resultado final ya ha sido comentado en otros blogs. Yo soy de los de 9 (diez hubiera sido si It´s awoman bla, bla, bla...)

Salimos y hay mucha gente conocida del grupo-contra. He conocido al de Dar ful ful, diosmio, y me lo dicen al final... Nos encaminamos a lo viejo y damos cuenta de una gran tortilla de patatas, ante la sorpresa de la camarera. Aunque soy el recién llegado del grupo, me siento bien. Hay eso que contra explica tan bien en su blog. Esa sensación de casi familiaridad, más allá de afinidades músicoculturales, que va a parecer raro que no nos llamemos este fin de semana para bajar a tomar algo... Nos quedamos un rato hablando en el coche. Podría haber sido toda la noche. Bien. Muy bien.

El resto del fin de semana fue tranquilo. De recuperación a medias. El sábado por la noche, ante la imposibilidad de ir a ver Van Helsing, veo el Drácula original de 32, de Tod Browning, el Frankenstein de James Whale y el primer Hombre Lobo. Siempre he preferido a Frankenstein como película. Es más elaborada, más sofisticada, que Drácula, aunque sea paradójico. Lugosi es grande, pero la película no. El mejor Drácula es el de Coppola de largo. Sin embargo el mejor Frankenstein es el de Whale. E imposible olvidarse de Dioses y monstruos.

Todo esto tendría que haberlo escrito este fin de semana. Pero ni fuerzas ni mente clara, acompañaron. Para el resto de la semana se prevé achuchón hasta el jueves, maxipresentación y (espero, confío, deseo) vacaciones a partir del viernes. Así que, con un poco de suerte, podré actualizar el blog, que los links y la música están ya un poquito rancios, ellos.

Viva Kurt Wagner (cierto sex appeal, que no?) y buena semana a todos.



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