shiny days, shiny people
ayer no pude escribir nada, llegué tarde a casa y no me daba la cabeza para más. Este ha sido el fin de semana más movido y con más actividad social de los últimos años.
El viernes fue el día corporativo, es decir, que no hace falta que trabajemos (yo lo hice y pavichateé) y que nos llevan de comida de fraternidad. El plan previo fue subir a las cubiertas de la catedral, muy bonito, donde me harté de hacer fotos, hasta que la pila de la cámara dijo que no va más. Bajamos y a comer. Durante la comida G. me manda un sms, que M. está con ellos y que haga el favor de ir para allá. Después de contrastar informaciones, me lío la manta a la cabeza, me cojo el coche, bajo a Coruña, recojo bártulos y termino tareas pendientes, me cojo el coche (2) y me planto en Ourense. Bajamos a cenar tarde, pero encontramos sitio en un pequeño patio urbano, la mar de agradable. Hace fresco, pero este septiembre se resiste a dejar de pensar en verano.
Al día siguiente cotilleamos de muebles, una pequeña compra en un mercado que se ha quedado en el siglo pasado y una comidita casera, más cotilleos de muebles y catálogos, y me bajo a Vigo. Antes de ir a casa de C y T, hago tiempo por la ciudad. Me acerco al MARCO, pero hay poco que ver.
Cena encantadora donde conozco a Kate, a la Duquesa y a Jean-Sol. T. se ha currado un impresionante paella y somos aleccionados en el arte de la paella, usos y costumbres. La velada se alarga de la manera más deliciosa y acabamos bajando a tomar algo al ya mítico Vauxhall.
El domingo me despierto con la luz del sol y con los ruidos del campo. Como cuando aún íbamos a casa de mis padres en el campo. Desayuno dietético, sano y natural con C. y T. Conversaciones sobre arquitectura y diseño. Agradable es poco.
Vuelvo a Coruña, para comer con mis padres. Se me agolpan los recuerdos y las sensaciones. La conversación con B después de la comida de la empresa, lo agradable que parece Ourense, el calor de Vigo, el que de repente la gente parece más guapa, los nuevos conocidos, las pequeñas payasadas, el calor y el brillo que desprende la gente que quieres.
A quién le importa el resto de la semana.
shiny days
shiny people
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