jueves, 11 de diciembre de 2003

ayer/hoy

ayer llevé el coche al taller. En la espera, después de ojear dos periódicos, dos holas y una revista de economía local, acabé semi-abducido por una televisón a todo volumen, que vomitaba resúmenes de grandeshermanos y discusiones sobre una tipa que sale en interviú y sus oscuros secretos. El patio de corrala, el despelleje del otro, el sucedáneo del circo romano. Pensaba en el movimiento moderno con sus bloques blancos y alargados, que han matado la tipología de patio de corrala, sino ha favorecido esta corrala catódica. Variada tipología de humanidad gritona. Todo orquestado. Todo parece salido de un guión hecho para mantener el interés del personal en las vanalidades.

Al llegar a casa me esperaba el primer regalo de navidad, que aunque no era esta su intención, yo me lo tomo como tal. Por impresionante.

Pero hoy me encontrado con esto:
Víctor Mira y me han dado ganas de borrar todo el blog y dejar solo el texto.

En dos días me han hablado de dolor, por distintas vías. Estas casualidades me hacen sentir bien, auque duelan.

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