entre unas cosas y otras
Poca actividad en el blog, pero por trabajo, que no vacaciones. A ver si la semana que viene puedo actualizar la imagen de invierno.
El fin de semana pasado lo completé con Todo lo demás, que me cansó un poco. No me importa que Woody Allen haga siempre la supuesta misma película. Es más, me gusta. Pero esta da vueltas entorno a no se sabe muy bien que. Es la primera vez que me parece larga una película de Allen. También es verdad que estaba muy cansado, lo cual es posible que influyese más de la cuenta. Tendré que volver a verla cuando salga en DVD. Y por supuesto terminé con el Retorno...
Debo reconocer que salí del cine un poco decepcionado. Que si no me gustase tanto estas cosas, diría que mal. Así que lo he rumiado durante unos días. La conclusión es que se consigue mantener parte de la idea del libro. Pero es evidente que pesa más el espectáculo. También es cierto que el tercer libro es muy difícil. Si en el segundo va de ningún sitio a ninguna parte, en este pasan un montón de cosas a un ritmo frenético. Y cuando se supone que termina aún te quedan casi doscientas páginas para terminar de verdad. La parte más épica del libro (batallitas y estas cosas) pasan a toda velocidad en el libro, mientras que en la película son el plato fuerte. Y a mí me sobra tanto despliegue. Creo que parte del valor del libro es que tiene más elementos de interés que las batallitas. Y estos elementos que a mi me parecen más interesantes no están. O están demasiado modificados, no se sabe por que justificación de hacer más evidente algo que ya lo es.
Claro que echando la vista a tras, no es muy diferente de lo que ya hicieron con la primera parte (la que por ahora más me gusta) se cambian muchas cosas en la comarca, se añaden persecuciones muy vistosas... En fin, me parece muy mal que el final sea tan feliz, cuando en el libro no lo es. La muerte de Saruman, cómo la guerra ha afectado a la comarca, son elementos clave en la resolución final, pero... parece que si la película no acaba con un clímax épico de superbatalla, pues no funciona. Por no hablar del apéndice, que es de lo más bonito de libro. Pues vale. Claro que aún queda la versión extendida. Para el año que viene. En fin...
El resto de esta semana navideña (ein?) es un asco. Trabajo, trabajo y trabajo (y jefe, jefe y jefe) Ayer me faltó un pelo para mandarlo a la mierda. Una pequeña reunión previa a la gran presentación y el jefe se queda con el culo al aire (textual) porque hay cosas que no tenemos controladas (bueno, no las tendrás controladas tu, bonito) Con lo cual le da un ataque de histeria y me carga de trabajo para estos días. El tiene otras cosas que hacer, claro.
Parece que el lunes iré a la reunión con el supercliente, pero no porque me lo haya currado, no, sino porque alguien tiene que explicar alguna de las (muchas) cosas que el jefe no sabe (por cierto, lo más feo del trabajo) Como dice I, para pinchar y no sacar sangre.
Y sí, esto está escrito desde la oficina. Sábado, fin de semana de navidad. Queascopordiosqueasco.
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