viernes, 24 de octubre de 2003

no empieza precisamente bien

El primer bollo al coche, a primera hora, por ir medio dormido, por la gente que es muy incívica. Mierda.

Declaramos mejor serie del mundo mundial A dos metros bajo tierra.

Circula por la oficina un libro de arquitectura que roza peligrosamente lo marujil de la profesión (tipo arquitecturas de Taschen y similares) Sobre casa pequeñas. Unas más fashion, otras más presuntamente minimal, otras más posmodernas, ya no hay vestigios de la decons. Unas más acertadas, otras más casa-manifiesto, otras con menos pretensiones (y posiblemente con más futuro, por lo menos para sus usuarios) Lo bonito es que al ser de pequeño tamaño se ve que todos los detalles están muy trabajados, con lo cual siempre puedes ver algo que te guste, aunque el conjunto no sea de tu agrado. Hay incluso una cita filosófica sobre lo que significa el cambio de escala y el repensar el concepto de grande-pequeño. Pero una vez que cierras el libro no puedes evitar pensar... que pandilla de cabrones, con esas localizaciones, con esa pasta por metro cuadrado, pandilla de cabrones.

Sí, es viernes, es un mal día y este puto libro-burgués me está amargando más. Sí, es envidia.

Buen fin de semana. A todos. A los que viven en las casitas antes mencionadas también. Aunque si se os jode la calefacción no me vais a dar pena, porque seguro que tenéis una más grande, porque esta tan moderna es sólo para salir en los libros y revistas de moda fashion, pandilla de cabrones. Si al menos me la hubiesen encargado a mi fuera de horario de oficina. Pandilla de cabrones.

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