miércoles, 28 de enero de 2004

qué es esto

He empezado un comentario en otro blog. Iba pensando en el tema en el coche. Acabó siendo tan personal que me lo he traido para el blog. Borjamari recoge un artículo de Quim Monzó sobre el tema, aunque no estoy completamente de acuerdo con él, me hace gracia. Aunque lo de los comentarios de los que habla tienen truco, porque es casi un chateo entre unos cuantos personajes.

He releído el troncho-post de este fin de semana. Hay veces que pienso que cuando menos tenemos que decir más hablamos. Cierto que cada poco me pregunto el porqué de este blog. No hay una necesidad concreta. Hay una cierta escapada de la rutina. Una cierta sensación de comunidad. Un poco ver donde acaba esto. Aunque sea siempre hablando de las mismas cosas.

En el fondo todos siempre acabamos hablando de los mismos temas que hemos hablado antes. Hay veces que cansa, otras aparecen nuevos matices. Las mismas conversaciones que cuando salíamos a los 17, a los 25, a los 30. Y la propia vida interfiere en ellos. Es inevitable. Es lo mismo que cuando Kazan revindicaba el hacer siempre la misma película. Poco tenemos que aportar.

Siempre que se habla de esto lo enlazo mentalmente con la gente que es el centro de atención de una fiesta. Hay gente que tiene la capacidad de aportar una y otra vez. Otros nos quedamos en la esquina.

Recuerdo que había gente del grupo que le hastiaba la repetición de las conversaciones. Tengo la sensación que con el paso del tiempo en la repetición de estas conversaciones, con sus pequeñas variaciones, se aprecia con más o menos claridad como hemos ido evolucionando.

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