memoria de la semana

Parecía que me iba a salvar, pero no. Igual que se fue despejando se volvió a oscurecer. Así que volvimos a la ansiedad. Pero en conjunto hay que decir que fue mejor de lo esperado. Una reunión que me permitió partir la semana en dos y no tener que madrugar por lo menos un día. Y el viernes, que debía bajar a media mañana, con lo cual entré en la oficina pensando ya en marcharme. Luego las cosas se torcieron y casi hago jornada completa. Pero aún así conseguí salir antes.

Comiendo en el centro comercial empezó la tormenta de nieve. Por un momento me dio la paranoia que me iba a quedar atrapado en la carretera, y no sabía que era mejor si coger la autopista o la nacional. Nada que temer porque cuando salía y ya estaba preparado para hacer las fotos de rigor, dejo de nevar. Se abrió un enorme claro, salió el sol y por un momento hubo esa luz increíble entre nubes y reflejos. Hice unas cuantas fotos pero no han salido muy bien.

De camino a casa el cielo estaba espectacular. Se veía como las nubes no eran capaces de pasar por encima de los montes y se estrellaban contra ellos. Todo en mitad de grandes claros, de tal manera que a veces la carretera parecía que te llevaba al centro del temporal. Pero en cuanto daba un giro se orientaba hacia el claro parecía que estabas en otra parte.

Después de hacer la gestión tuve una tarde tonta, tonta. Intenté mandar un paquete, pero en el estanco que está cerca de casa fue misión imposible, así que dentro de mi desesperación bajé al corteinglés. Después de hacer cola y completar esta tremenda misión deambulé por discos, libros, películas y bolsas y maletas. El corteinglés te soluciona un sin fin de problemas, pero tampoco le puedes pedir peras al olmo, es decir, NO tenían AUN lo nuevo de Lambchop, y, alucina, en la sección infantil de DVD tenían Lloviendo piedras. No, no era una película que alguien se había arrepentido después de cogerla y la había dejado casualmente donde mejor le cuadraba. No, tengo fotos que lo atestiguan. Lástima que son del móvil y no se ve mucho. Pero no pude evitar comprar una preciosa reedición de un disco mítico de Dinah Washington. Aunque yo lo que buscaba era a Ketty Lester.

Alquilé una película que al final no vi, intenté una limpieza de casa fallida por falta de material, trasteé con el ordenador, y zappeé hasta que casi me quedo dormido. Lo único positivo era que había terminado la semana e iba a dormir unas cuantas horas sin pensar en el despertador.

El sábado sí que pude hacer esa limpieza después de aprovisionarme de lo necesario. M. llegó antes de comer y por la tarde bajamos a Sada. Tormenta, cielos espectaculares y espera a que llegue nuestro 26.

He reactivado la búsqueda compulsiva con el soulseek. El de RedHousePainters tiene nuevo grupo y disco. Y de paso me he bajado la recopilación de los RHP. Tuve en su momento debilidad por el del parque de atracciones oxidado, pero la verdad es que me saturaron un poco. Hasta que me grabaron en un cd una de mis canciones favoritas y recordé lo mucho que me habían gustado. De todos modos el descubrimiento del mes es Damien Rice. Pedazo de disco. Entre Dinah Washington y un pequeño ataque de clásicos me está haciendo muy agradable este fin de semana.