miércoles, 3 de septiembre de 2003

medias vacaciones

sigo con mis vacaciones, aunque en esta situación, con M. trabajando, pues no son unas autenticas vacaciones, porque por las mañanas estoy sólo. Estoy en esa fase de hacer cosas que dejado para vacaciones, pero que cuando estas de vacaciones no te apetece hacer.

Ayer bajé a la ciudad y, aprovechando que tenía que hacer unas comprillas, pasé por casa de mis padres. En el portal me encontré con uno de mis hermanos que salía a un recado. Me dice que no hay nadie en casa. Subo y compruebo que efectivamente no hay nadie. Paseo por la casa vacía. Es una sensación extraña. Al final aparece mi madre y es como si nada hubiese cambiado.

He bajado mucha música y quiero hacer unos comentarios, pero esto se merece un post a parte.

Estoy terminando el primer libro del Señor de y me gustaría hacer unos comentarios con respecto a la película, pero eso debe ser otro post.

He terminado V de vendetta y Maus de Art Spiegelman. He decido que voy a comprar comics de manera habitual. Muy recomendables.

menorca (y II)

Visitamos la Ciudadela. Muy bonita. Da la impresión de tener más señorío que Maó. Por lo menos la arquitectura tiene más presencia, al menos la arquitectura institucional. Y también los espacios públicos, parece que ha sido trazada por ingenieros militares. El puerto es una preciosidad, más pequeño que el de Maó, pero con una forma y un entorno... muy potito. Nos dejamos timar en un restaurante por un pescado local. Carísimo. Nunca más turisteo idiota.

Al día siguiente salimos en catamarán, en una excursión por las calas con una familia y una pareja de alemanes y una pareja muy maja catalana. Al subir al catamarán compruebo que se mueve distinto a una embarcación monocasco y... me mareo... En mi descargo he de decir que he navegado en varias embarcaciones de distinto tamaño, tanto vela como motor, y he hecho mis prácticas de vela, y nunca me había mareado. Al salir de la bocana del puerto el mar está un poco picado y ahora si que es irremediable el mareo. Empiezo a sudar y procuro controlarme, nada de dar el espectáculo. Primera parada. Baño y buceo. El mediterráneo es más salado que el atlántico y tiene un temperatura perfecta. Hay peces que se acercan a comer las migas de pan que han tirado desde cubierta y casi puedes tocarlos con la mano. Me siento fenomenal, pero al subir al barco... otra vez... Segunda parada, más buceo, genial. Hora de comer... no puedo... la chica catalana me ofrece una pastilla contra el mareo y el minuto estaba dando el espectáculo por la borda. El resto mejor. Un par de calas más, más buceo y un baño entre Menorca y Mayorca. Aunque termino con la espalda quemada. De todos modos me gusta el mediterráneo.

Vuelta a casa. Ha estado muy bien.

No hay comentarios: