lunes, 14 de julio de 2003

Final de semana y comienzo de otra

Ha sido un domingo muy bonito. Primero porque parecía que iba a llover, y aunque me encanta cuando llueve... estamos en verano, con unas nubes preciosas, pero por la tarde abrió y quedó una tarde muy buena. Segundo porque comimos fenomenal, en un restaurante cerca de la marina del puerto, que le recomendaron a M. Una de las mejores merluzas que he tomado en mi vida, y he tomado unas cuantas. Va a quedar en los anales de degustación, seguro. Será difícil olvidarla. Y tercero porque dimos unas vueltas con el coche y vi la que puede ser la parcela de mi vida, si tuviese dinero suficiente, claro (o dinero a secas). Vistas, tranquilidad, mar, la ciudad, los acantilados, la puesta de sol, una pequeña cala donde se puede fondear... una delicia.

Por la noche ponían Grace of my Heart. Tenía ganas de verla, porque solo pude ver el final una vez que la pasaron en otro canal, en otra repetición de este. Repaso a parte de la cultura musical americana, quizás un poco superficial, pero con cierto encanto, con una banda sonora desbordante y con una de mis canciones favoritas durante mucho tiempo God give my strength. Y aunque ya la habían grabado para la película, luego Elvis Costello y Burt Bacharach la volvieron a grabar para un disco que hicieron juntos Painted fron memory, una preciosidad de disco, un clásico.

Luego el lunes... pues como casi todos lo lunes, vuelta a la rutina, un coñazo, aunque como iba con buenas noticias de bajo del brazo, quizás un poco mejor que otros lunes. Uno de esos días en lo que piensas cuanto tiempo llevo haciendo esto y cuanto tiempo lo seguiré haciendo. Aunque inmediatamente cambias de línea argumental para no deprimirte.

Ha refrescado y está lloviznando, bonito pero me voy a resfriar, seguro.

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