domingo, 27 de julio de 2003

Diluvio y tribulaciones

Hacía ya tiempo que parecía que iba a caer lo que cayó ayer. Dos días en concreto. Dos días de nubes, calor y mucho bochorno. Claro que lo bueno es que el cielo está espectacular, y el viernes paseando por la marina de Sada era increíble el color que tenía el mar, una pena de cámara, aunque luego no iba a ser como lo podría recordar, porque este tipo de matices es muy difícil captarlos.

El caso es que ayer bajé a casa de mis padres después de mucho tiempo de no hacerlo. Todo muy agradable. Celebraciones, comida, la familia... la verdad es que muy bien. Luego... hacer tiempo ante de volver a casa, decido ir al CorteIngles, a quemar las rebajas y aprovechar y hacer la compra de la semana. Unos minutos antes de llegar al coche empieza a llover, se presiente que va a ir a más, la gente corre, se buscan soportales, marquesinas... todo inútil. Cae lo que llevaba dos días esperando, y eso es mucho tiempo. Me meto en el coche y llego al aparcamiento... avemaríapurísimadedondesaletantocoche. Claro, claro, puente de Santiago, en verano, lloviendo, a dónde van los señores, las señoras y sus poseídos hijos... pues al mismo sitio que tu, espabilao. Una orgía de coches en las tres plantas del centrocomercial. Menos mal que hay madres que lo mismo organizan una casa y su familia, un brunch para amigas o el aparcamiento en el sótano –3. Gracias señora... de verdad... Luego la vi en las escaleras mecánicas pero me dio mucho corte decirle que me había salvado la tarde, que estaba ya pensando en marcharme por que me pone de los nervios los aparcamientos, siempre pienso que no voy a poder hacer la maniobra bien, que la gente se va a poner más de los nervios y me van a gritar y yo me pongo aún más de los nervios... y me acabo marchando de la plaza de aparcamiento que tanto me había costado encontrar, pero que no puedo meterme porque la maniobra es complicada y se me va a calar, se me va a calar, se me va a calar...

Calma, ya estamos dentro y tú tienes tu tarjeta oficial del CorteInglés, así que tú tienes el poder. En las escaleras mecánicas también pienso si la patrona de la lluvia no será miembro del patronato del CorteIngés, porque los días de lluvia estos deben hacer una caja estratosférica.

Bueno, ahora tengo que decidirme entre zapatos o pantalón. Desestimo lo de los zapatos porque el otros día M. ya hizo un comentario sobre mi fijación con los zapatos y sobre no se que de Imelda Marcos, que gracia. Pues vamos a por un pantalón. De lino, fantástico, si conseguimos escaparnos de vacaciones será perfecto. Bajo a planta de música. Vale, hoy voy a ser bueno y me voy a comprar por lo menos dos Cd originales. Creo que ya sé cuales, Goldfrapp y la remasterización del Stop Making Sense de los Talking Heads. Sí, genial. Cuanto me apetece volver a oír el concierto de los Talking. Me acuerdo cuando lo grabé en vídeo (en Beta de Sony) Un verano lo que lo pusieron en la tele y lo veía casi todos los días. Luego pasó ese acontecimiento que es un pequeño hito en la pequeña historia familiar... entraron a robar en la casa y además de un jamón se llevaron el equipo de música (grababa unas cintas... lo mejor que he escuchado nunca), la tele, el vídeo, y... oh, dioses ingratos! mis discos, mis videos (bueno..los míos y los de mis hermanos) Muy triste, sí, lo sé.

Pero hay algo que me impide mantenerme en la zona de música... diosss, están poniendo al dinio ese... no no no, esto ya es mucho. Les puedo perdonar que no sepan ordenar los discos correctamente, que porque un grupo español tenga un nombre en ingles no hay que ponerlo en internacional (o a lo mejor era eso lo querían los del grupo) o que confundan a Carlos Berlanga con un cantante de salsa o boleros o vaya a usted a saber... no no no. Si las tiendas donde se puede comprar con criterio no están abiertas cuando yo puedo comprar... pues mala suerte, yo seguiré con mi soulseek. Joder! Es que es superior a mí. Me largo.

Un detalle para M., la compra de a semana y marcho a mi casa.

Hoy ha tocado madrugar porque M. se vuelve a ir a las europas. Y aunque tengo todo el día por delante, un pequeño nubarrón nubla el horizonte. Tengo trabajo pendiente, y esta tarde estaré puriempleado. Espero que sea rápido, porque me apetecía tener un día para mí y mis cosas.

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